Erik Catalán promete “100 obras” en Iguala pero entrega 3, ¿y las demás?

El presidente municipal de Iguala, Erik Catalán Rendón, se apunta el clásico gol de “prometo mucho, entrego poco” a casi un año de gobierno. Con bombo y platillo, asegura que serán 100 obras las que su administración entregará en este primer año, pero mientras eso sucede, lo único que ha podido inaugurar son apenas 3 obras en colonias — y vaya que son las básicas: una red de drenaje sanitario en San José, la pavimentación de la calle principal en Potrero de los López y otra pavimentación en la colonia 3 de Mayo.
Catalán Rendón asegura que prefiere que sea la ciudadanía quien califique su trabajo, pero no sin antes dejar claro que él “se siente satisfecho, pero no conforme, porque aún hay mucho por hacer”. Una frase muy a modo para quien todavía no sabe cómo justificar el retraso de las obras de impacto real que prometió en campaña.
El alcalde también presume que en su administración se están gestionando 8 millones de pesos para reactivar la carretera a Tuxpan y pavimentar calles, además de la modernización del mercado municipal, que requiere una inversión millonaria de 80 a 90 millones. Sin embargo, los vecinos y comerciantes no ven nada claro, y el tiempo avanza mientras el mercado sigue igual de olvidado y en condiciones sanitarias deplorables.
Entre los proyectos que Catalán destaca está la construcción de un gimnasio al aire libre y la rehabilitación de la unidad deportiva, pero esos “avances” parecen más promesas de cartón que proyectos concretos, considerando que apenas se están haciendo estudios técnicos y presupuestales, y que la pista del estadio apenas va a ser retirada próximamente.
¿Y qué decir del Lienzo Charro? Declarado inservible, lo que queda es un anuncio de traslado de las actividades ecuestres al recinto ferial y la construcción de un polideportivo — que, claro, ya fue autorizado pero ni siquiera se ha visto en acción.
Todo esto en medio de recortes presupuestales y una “satisfacción a medias” del alcalde, quien parece más dedicado a posar para la foto y hablar de números, que a entregar resultados palpables.
Mientras tanto, los ciudadanos de Iguala siguen esperando que las promesas se conviertan en hechos, y que ese famoso “primer informe de gobierno” del 10 de septiembre no sea sólo un evento para lucir un discurso vacío, sino un verdadero balance con resultados claros y beneficios tangibles para la gente.