Javier Taja utiliza la violencia para atacar al gobierno de Guerrero: ¿un juego peligroso?

En lo que parece ser un nuevo capítulo de su ya conocido doble discurso, el diputado federal Javier Taja ha dejado claro que su comunicación en redes sociales no solo es errática, sino peligrosamente ambigua. Mientras se desvive en halagos a la presidenta Claudia Sheinbaum, lanzando su apoyo al proyecto de la 4T, en un giro inesperado, también emite un mensaje que muchos consideran una amenaza directa al gobierno de Guerrero, encabezado por Evelyn Salgado.
Taja, conocido por su tendencia a usar las redes sociales como plataforma de expresión, publicó una frase que, más allá de un simple desahogo personal, deja una sensación inquietante: “A mi hermano lo mataron por la espalda y huevos les faltaron a los que lo mataron para verme de frente, pero tiempo al tiempo.” ¿Es solo un desahogo emocional o estamos ante una amenaza camuflada de lamento personal?
Lo preocupante viene después, cuando en una de sus historias de Instagram, el diputado comparte una foto con sus dos hermanos y escribe: “Los 3 hermanos. Mataron uno, quedan dos, ya que el gobierno no hace nada, aguas con los Taja.” Este mensaje, que parece más una advertencia que una simple reflexión sobre su tragedia personal, deja claro que Javier Taja está apuntando a la administración estatal de Guerrero como el blanco de su mensaje.
¿Una amenaza disfrazada de lamento?
La ambigüedad de las palabras de Taja genera una atmósfera de tensión política. Por un lado, se dice víctima de la violencia en Guerrero, pero por otro, sus palabras se vuelven un claro mensaje de advertencia, no solo contra los responsables del asesinato de su hermano, sino también contra aquellos que considera que “no hacen nada”. La alusión al “gobierno”, que de forma implícita pero clara podría estar dirigida a la administración de Evelyn Salgado, deja mucho que pensar. ¿Estamos ante una amenaza directa al gobierno estatal?
El mensaje de Taja no solo es ambiguo, sino que alimenta un ambiente de confrontación innecesaria. En un estado como Guerrero, donde la violencia está lejos de ceder, este tipo de publicaciones no hace sino agravar la situación. En lugar de buscar la unidad y el trabajo conjunto, el diputado parece querer abrir una brecha entre la federación y el gobierno estatal, utilizando la tragedia de su familia como un arma de presión política.
¿Qué hay detrás de esta provocación?
El diputado no se detiene ahí: mientras se muestra como un firme aliado del proyecto de Claudia Sheinbaum, su postura hacia la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, es sumamente contradictoria. Si Taja apoya la 4T, ¿por qué lanzar un mensaje tan contradictorio contra un gobierno que también recibe el respaldo de la misma administración federal? ¿Es esto una estrategia para dividir o, peor aún, una provocación para fomentar un clima de confrontación?
El mensaje velado de amenaza hacia el gobierno de Guerrero pone en evidencia que Javier Taja no parece tener la madurez política para manejar un cargo de esa envergadura. En lugar de generar un debate constructivo o proponer soluciones para la violencia que azota al estado, prefiere la vía de la amenaza implícita y el golpe bajo. Esto no solo pone en riesgo su credibilidad, sino que también contribuye a la polarización política y social en una región ya de por sí frágil.
El peligro de las amenazas políticas
El problema de este tipo de mensajes es que tienen un eco mucho más amplio que las simples palabras de un político. Cuando un diputado como Taja deja entrever que “aguas con los Taja” puede ser un mensaje cargado de intenciones más allá del lamento personal, se genera una atmósfera de desconfianza y violencia. Las palabras pueden ser poderosas, y en un contexto como el de Guerrero, donde el clima de inseguridad es constante, este tipo de mensajes solo alimentan el ciclo de hostilidad.
El pueblo de Guerrero necesita paz, no provocaciones
Lo que Guerrero realmente necesita es un liderazgo que se enfoque en soluciones, en la búsqueda de la justicia, y no en utilizar el dolor personal como un medio para generar confrontaciones políticas. Javier Taja tiene la responsabilidad de ser un líder que impulse el diálogo y la colaboración, no uno que siembre división y desconfianza.
¿Es este el tipo de política que necesitamos? La gran pregunta es si Taja logrará hacerse responsable de sus palabras y ofrecer un mensaje claro, sin dobles intenciones, o si continuará usando las redes sociales como un campo de batalla personal. Lo que es seguro es que el mensaje de amenaza implícita hacia el gobierno de Guerrero pone en evidencia una actitud peligrosa que podría tener repercusiones mucho más graves que una simple publicación en Instagram.