Delincuencia organizada recobra poder en Taxco: LNFM amplía operaciones y control económico

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delincuencia taxco

La violencia y el control del crimen organizado se recrudecen en Taxco, donde la Nueva Familia Michoacana (LNFM) ha fortalecido su presencia mediante actividades de narcomenudeo, extorsión, halconeo y monopolio comercial, afectando directamente la economía local y la seguridad de los habitantes.

De acuerdo con reportes de inteligencia, hombres foráneos provenientes de la Costa Grande, Tierra Caliente y el Estado de México se han infiltrado en sectores estratégicos como el transporte público —taxistas y camionetas de servicio— y el grupo de guías turísticos. Su función es vigilar, informar y operar para los coordinadores criminales asentados en Tetipac y en la calle 5 de Febrero, barrio de Pedro Martín.

Incluso, ha trascendido la presencia en Taxco de Graciela Jacobo de Zagal, acompañada de su hija Diana Zagal Jacobo, buscada en el Estado de México, lo que evidencia la libertad de movimiento que mantiene el grupo delincuencial en la zona.

Monopolio de productos básicos y afectación económica

Desde hace cuatro años, LNFM mantiene un control estricto sobre la distribución y venta de productos comerciales, incluidos artículos de la canasta básica. Las familias taxqueñas enfrentan precios elevados y se ven obligadas a comprar a proveedores designados por la organización criminal. Comerciantes y vendedoras ambulantes —como las de quesadillas y antojitos— reciben amenazas para adquirir insumos exclusivamente en los puntos controlados, bajo advertencias de represalias violentas en caso de desobediencia.

Infiltración en el transporte y turismo

Los guías turísticos han fungido como halcones de LNFM desde hace años, pero la situación se ha intensificado con la llegada de nuevos operadores vestidos con ropa azul claro, visibles en el centro de la ciudad. Asimismo, taxistas con acentos foráneos y poco conocimiento de la zona prestan servicios especiales a la célula criminal dirigida por Fredy Zagal Balladares, en coordinación con el “Comando Fierros”, pareja de Diana Zagal.

Este grupo dirige operaciones desde Ixtapan de la Sal, extendiéndose a Tetipac, Pilcaya, Taxco, Amacuzac y el sur poniente de Morelos, utilizando a operadores identificados como “Comando Mariguas”, “El Kalimán” y Fernando Ávila Zagal.

Enfrentamientos con autoridades y reacción débil

Los hechos violentos han aumentado. En agosto, se registró un incidente en el acceso vehicular de Bodega Aurrerá, cuando un taxista —identificado después como colaborador criminal— tomó fotografías de unidades de la Guardia Nacional (GN), provocando una movilización. Días después, el 13 de octubre, taxistas incendiaron tres motocicletas de la Policía Estatal tras la detención de un conductor vinculado al transporte de drogas. No hubo detenidos.

Fuentes extraoficiales indican que las órdenes de castigo contra los policías provinieron directamente del centro de mando criminal en Tetipac, dejando en evidencia la fragilidad de las fuerzas federales y estatales, así como la inacción de la policía municipal.

Pactos de silencio y control político

El 19 de mayo, líderes municipales, entre ellos el presidente Juan Vega Carranza, habrían sostenido una reunión obligada con cabecillas de LNFM, encabezados por “El Pelón”, para establecer acuerdos de no intervención. Desde entonces, el edil se desplaza sin escoltas, lo que ha generado cuestionamientos sobre el costo de esta aparente tranquilidad institucional.

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