Hostigamiento a periodista desata indignación en Guerrero

La reportera Natividad Ambrosio denunció hostigamiento por parte de un agente de la SSyPC mientras cubría una diligencia del Caso Ayotzinapa en Iguala, situación que, afirma, limita la labor informativa y vulnera su seguridad.
Agente de la SSyPC hostiga a reporteras en el SEMEFO de Iguala
La mañana del martes 9 de diciembre, en plena cobertura de las actuaciones de la Unidad Especializada en Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), la periodista igualteca Natividad Ambrosio vivió un episodio que encendió alertas en el gremio.
Relató que, al llegar al SEMEFO ubicado en la zona norte de Iguala, un agente de la SSyPC se acercó de manera directa, sin identificarse, y comenzó a tomarle fotografías a ella, a otra reportera y a su vehículo, una acción que interpretó como intento de intimidación y de obstrucción a la labor periodística.
En su publicación de Facebook, Ambrosio señaló que este tipo de actos inhiben no solo el trabajo de la prensa, sino también el derecho de la ciudadanía a estar informada, especialmente sobre un caso tan doloroso y vigente como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Contexto de tensión: nuevas diligencias en Iguala
Durante las últimas semanas, Iguala ha sido escenario de cateos, detenciones y operativos encabezados por la UEILCA, siempre acompañados por elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la SSyPC. Estas acciones apuntan a nuevas líneas de investigación relacionadas con el paradero de los normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
En este ambiente de tensión, el hostigamiento a periodistas genera mayor preocupación entre reporteros locales, quienes desde hace años cubren este caso con riesgo constante.
Un comunicador que se encontraba cerca de la zona —y pidió omitir su nombre por seguridad— comentó:
“Cada diligencia se siente más pesada. Uno viene a trabajar, no a que lo amedrenten. Esto no debería pasar.”
Antecedentes: una reportera que ha cubierto el caso desde 2014
Natividad Ambrosio no es una figura ajena al tema. Fue una de las periodistas que cubrió los ataques del 26 de septiembre de 2014, cuando los estudiantes fueron agredidos en distintos puntos de Iguala. Desde entonces, ha documentado avances, retrocesos y omisiones, colaborando para diversos medios locales y estatales.
Su experiencia en la zona la coloca como una de las voces periodísticas más constantes en el seguimiento del caso, por lo que el hostigamiento cobra una dimensión más grave.
Exige garantías al Gobierno federal
Tras el incidente, Ambrosio responsabilizó públicamente a los agentes de la SSyPC de cualquier riesgo contra su integridad:
“Hago responsables a los agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de cualquier situación que atente contra mi integridad o seguridad personal”, apuntó.
La reportera pidió al Gobierno de México garantizar el libre ejercicio periodístico, pues la intimidación —dijo— no solo afecta al gremio, sino que golpea el derecho de la sociedad a conocer la verdad.
En Iguala, donde la memoria del 26 de septiembre sigue viva, la prensa continúa trabajando a tiro y con corazón firme. Pero hechos como este recuerdan que informar no debería ser un acto de riesgo. La ciudadanía, el gremio y la verdad merecen respeto y garantías reales.
